Todo es posible

Ayer una amiga me envió un brazo y yo, lógicamente, se lo devolví alegando que sólo me gustan los «brazos de gitano» y eso, si son de chocolate. No quedó ahí la cosa, sino que otra amiga me habló de un «cuco» que le dieron a  alguien en la piscina. Inmediatamente pensé en las sombrillas, las toallas, el agua azulina llena de flotadores infantiles, y a alguien abriendo su bolsa playera y mostrando el contenido: » Mira, aquí lo traigo, es un reloj de cuco, da las horas con un precioso cantar, te lo regalo» . Pero no, no es que la gente se beba el tónico desmaquillante o la leche solar, y pierdan el norte. Es culpa de los teclados predictivos que se usan cuando se mandan mensajes, y  que pueden transformar el texto más serio del mundo, un abrazo o un susto…en un circo.

El circo azul. Marc Chagall.

El circo azul. Marc Chagall.